Ruta de senderismo de Viru Bog en el parque nacional de Lahemaa

Tallín, 15 de abril de 2018.

Hoy hemos pasado el día en el parque nacional de Lahemaa, uno de los rincones verdes más bonitos de Estonia. Después de estar dos semanas en ciudad, me apetecía mucho hacer algo diferente y alejado de las masas y Lahemaa era un sitio que tenía pendiente desde el inicio. Después de mirar qué rutas de senderismo podíamos hacer allí, escogimos la de Viru Bog. Es una de las más recomendadas así que decidimos ir a la aventura.

Cómo llegar al parque nacional de Lahemaa

En prácticamente todas las webs y foros de Internet te dicen que la única forma de llegar a Lahemaa es o en coche o contratando un tour que cuesta alrededor de 55€. Lo mismo si intentas buscar con Google Maps. No te aparece ninguna opción. Sólo te salen combinaciones de autobuses que tardan unas 14 horas porque tienes que hacer mil trasbordos…

Sin embargo, esto no es verdad. Hay varios autobuses locales que van desde Tallín hasta Loksa, una especie de resort en el parque nacional de Lahemaa. Si buscas en Internet (Google Maps o la web de autobuses de Tallín) cómo ir hasta Loksa (no Lahemaa), entonces sí te aparecen las opciones de autobuses. Nosotros cogimos la línea 151, pero hay otras que hacen un recorrido parecido. Ojo, los autobuses se cogen en Balti Jaam (no en Bussijaam). El trayecto dura aproximadamente una hora y el billete sencillo cuesta 2,30€.

La parada de Viru Bog

La primera parada es al inicio del parque y desde allí puedes iniciar la famosa ruta de Viru Bog (“el pantano de Viru”). Es una de las rutas más populares del parque. El autobús pasa por algunos pueblecitos para recoger gente, y luego en la autopista hace un giro para entrar en el parque de Lahemaa. Es en esa parada donde tienes que bajarte para hacer la ruta de Viru Bog.

El camino está bien señalizado. Tienes que caminar unos 10 minutos desde la parada del autobús hasta que encuentras un sendero a la derecha con el letrero de Viru Bog. Suelen haber coches fuera, aunque cuando llegamos nosotros al mediodía solo había un par. El camino está rodeado de árboles de un color verde precioso, nada comparado con lo que había visto en Finlandia los meses anteriores. En Finlandia todo estaba prácticamente nevado, pero aquí ya ha llegado la naturaleza.

Árboles en Lahemaa

Durante el trayecto vimos un cortafuegos que atravesaba el bosque, para reducir el impacto en caso de incendios.

La ruta: Viru Bog

La ruta de Viru Bog se hace a través de un camino de madera que atraviesa el pantano. Gracias a ello puedes ver perfectamente cómo es y cómo son los alrededores. No es una ruta muy transitada pero suele haber alguna que otra familia que viene a pasar el día en el pantano. Al principio vas caminando entre árboles, pero a medida que avanzas vas dejándolos atrás y te vas adentrando poco a poco en el pantano. Durante toda la ruta hay carteles donde te explican la historia, orígenes y características como su fauna y la flora, y cómo ha ido evolucionando el paisaje a lo largo de los años.

Inicio de Viru Bog

Pocos minutos después de comenzar el camino hay un mirador desde donde puedes ver el pantano desde las alturas. Aunque no es excesivamente alto, se notaba el fresco desde arriba.

Vistas desde el mirador

Había llovido mucho los días anteriores y había zonas bastante encharcadas. En más de una ocasión tuvimos que ir con cuidado para no caernos en el fango. Por suerte, había algunas ramas o troncos que, en cierta forma, nos ayudaron.

Cuando terminas el camino de madera no queda del todo claro hacia dónde tienes que ir para volver al inicio. Puedes ir o bien a la derecha (donde hay un parking) o hacia la izquierda (el camino correcto).

De regreso a Tallín

En nuestro caso, la ida al parque fue bastante más fácil que la vuelta. Miramos en Google Maps qué opciones teníamos y los autobuses para volver de Lahemaa a Tallín eran más limitados. Quizá es porque al ser domingo la oferta es menor. El siguiente autobús de la línea 151 pasaba dentro de 3 horas así que tuvimos que barajar otras opciones. Al final decidimos caminar unos 20 minutos hacia el interior del parque y coger otra línea que hacía otro recorrido. El nombre de la parada es Ulliallika.

El trayecto a esta parada era por carretera y parecía interminable, sólo había árboles alrededor y algún que otro coche. Sin embargo, llegamos bien y el autobús pasó puntual y sin problemas. Venir a Lahemaa en transporte público es un poco confuso, pero puedes hacerlo sin problema.

Si no quieres desplazarte tan “lejos” o tienes tiempo limitado en Tallín, puedes visitar el parque de Kadriorg. Está en la misma ciudad, a media hora andando del centro, y cuenta también con un jardín japonés. No obstante, si realmente quieres adentrarte en la naturaleza y alejarte de las masas, el parque de Lahemaa es la mejor opción.

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