Ruta con raquetas de nieve y paseo por el lago Immeljärvi
Levi, 4 de marzo de 2018.
Ya hace más de un mes que vine a Finlandia y me atrevo a decir que hoy es el día que ha hecho mejor tiempo. Soleado, sin nubes, y no demasiado frío. ¿Será que tenemos la primavera a la vuelta de la esquina?
Sin embargo, si hay una cosa que he aprendido de Laponia es que el tiempo es MUY imprevisible. No te puedes fiar del pronóstico. Puede hacer sol ahora y estar nevando como nunca al cabo de dos horas.
En cualquier caso, hemos aprovechado este estupendo día soleado para hacer una ruta con raquetas de nieve por la montaña de Levi. No donde está la estación de esquí, sino otra que está al otro lado del lago Immeljärvi y que es puro bosque. En realidad no es exactamente una montaña porque Finlandia es un país “plano”… pero bueno, ¡ya me entendéis!
Excursión con raquetas a la montaña
Primero de todo, recogimos las raquetas y los bastones de nieve y fuimos al lago Immeljärvi, que es donde empezaba la ruta. Antes de empezar a subir, nos equipamos con todo el material y nos aseguramos de que las raquetas estuvieran bien sujetas.
A partir de aquí, comenzamos la subida a la montaña. Al principio pensaba que sería complicado ya que el camino no es precisamente plano, pero con las raquetas no había problema. Sólo en algún que otro tramo la nieve estaba más blanda y resbalabas un poquito, pero nada importante. Aunque había un camino más o menos señalizado, podías desviarte fácilmente y adentrarte entre los árboles. Eso sí, como no había pasado nadie por allí había mucha más nieve y en cuanto pisabas te hundías, a veces hasta casi las rodillas.
Había tanta nieve que provocaba un efecto visual en el paisaje. Por ejemplo, algunos árboles parecían que tuvieran formas de personas, animales, objetos… todo era cuestión de echarle un poco de imaginación 😀 Aquí os pongo un ejemplo, ¿ves algo en particular?
A medida que íbamos subiendo, se veía mejor la montaña de Levi con las pistas de esquí. Algunos árboles seguían totalmente cubiertos de nieve, pero otros ya comenzaban a verse verdes, como podéis ver en la imagen principal de este post.
De la misma forma, cuanto más nos acercábamos a la cumbre, los copos de nieve parecían incluso más grandes:
Una vez ya en la cima paramos para echar algunas fotos. Una vez más, el paisaje era demasiado precioso para captarlo con una cámara. Es algo que tienes que ver en persona para poder apreciar realmente la imagen que tienes a tu alrededor. ¡Es mágico!
El final de la ruta
Ya casi al final de la ruta, empecé a notar cómo se me congelaban los dedos de los pies. Literalmente, no los sentía aunque los moviera. Yo creo que el error fue que prescindí de la primera capa de calcetines -los de algodón- ya que sólo llevaba los de lana. Además, tampoco llevaba un calzado adecuado para hacer rutas con raquetas. Los descansos de nieve son cómodos y no me dieron problema, pero quizá si hubiera llevado botas de montaña hubiera sido mejor.
En la bajada, nuevamente había tramos en los que la nieve era demasiado blanda y resbalaba. Hubo algunas bajadas más “conflictivas” en las que incluso bajamos de culo. Bueno, quizá estoy siendo un poco exagerada, pero en estos sitios hay que ir con cuidado de no hacerse daño.
En total, la ruta en raquetas de nieve duró unas dos horas yendo con calma, parando para observar el paisaje, echando fotos… Durante todo el trayecto no nos encontramos a casi nadie, sólo a un par de grupos.
Caminata por el lago Immeljärvi
Al terminar la ruta decidí darme otra vuelta por los alrededores de Levi. ¡Es que todo es precioso! Siempre hay sitios nuevos por descubrir. Por eso, dejé que una vez más mi intuición me guiara y seguí el camino de la carretera en dirección al lago Immeljärvi. Al poco rato, me encontré el letrero que indicaba que estaba saliendo de Levi:
Pocos metros después, a la derecha de la carretera encontré una especie de senderito que bajaba al lago. ¡Y para allí que me fui! Caminar por el lago no era tarea fácil porque la nieve era relativamente profunda y me semi-hundía con cada paso que daba. Sin embargo, más adelante vi que habían tres carriles: uno para pasear, otro para ir con esquís, y otro para las motonieve. Sin embargo, en el tour que hicimos ayer con motonieve no pasamos por este lago. Para esquiar obviamente no ibas montaña abajo, sino sobre la superficie del lago, más en plan dominguero siguiendo una especie de ruta.
El paisaje del bosque que se veía desde el lago era diferente a los anteriores porque podías ver diferentes tonalidades de colores. La primera capa amarilla / verdosa por los rallos del sol; la segunda, verde; y la última capa completamente blanca. ¡Parecía una pintura! Aquí os dejo una foto donde podéis ver este maravilloso paisaje.
A pesar de ser un día soleado, a medida que avanzaba la tarde el frío se volvió más insoportable. Llevaba todas mis capas de abrigo puestas pero era imposible incluso sacar las manos de los guantes para hacer fotos. Se me congelaban y se quedaban insensibilizadas en cuestión de segundos. Lo peor eran los guantes porque se humedecían por dentro por culpa del sudor.
Último paseo por el centro
Para terminar el día, me di un último paseo por el centro de Levi para comprar algunos souvenires y provisiones para el viaje de vuelta de mañana. Me esperan unas cuantas horas en autobús otra vez. ¡Ya os contaré qué tal!