Visita a la Catedral de Alexander Nevsky y lugares curiosos de Tallín
Tallín, 31 de marzo de 2018.
Hoy he tenido el turno de tarde, es decir, de 4 a 8 de la tarde, así que he tenido toda la mañana libre. ¡Bien!
No me gusta desaprovechar mis ratos libres a menos que esté cansada, no me encuentre bien o no me apetezca en absoluto. Por eso, he ido a hacer turismo. Además, ha hecho muy buen día y apetecía mucho salir a la calle. Aunque ya había visto bastante en el free tour, no había entrado en la Catedral de Alexander Nevsky, por ejemplo. Tallín es una ciudad donde siempre hay algo nuevo que ver. Basta con que te pierdas por sus callejuelas para encontrarte nuevos sitios interesantes.
He ido bastante por libre y sin una ruta fija, pero a modo resumido he visto lo siguiente:
Raekoja Plats (Plaza del Ayuntamiento)
Es la plaza principal de Tallín así que había muchísimo ambiente. Todas las terrazas estaban llenas de gente.
Eso sí, como no hay nada para cubrirse hacía un calor… Por un momento pensé que las capas de ropa me sobrarían y todo. De hecho, a veces me siento un poco ridícula porque creo que voy demasiado abrigada en comparación a la gente de aquí. Todo lo que tengo es ropa de nieve y muy colorida. Pero bueno, cumple su función y no paso frío así que ya me vale.
Por cierto, ¡mirad qué ventanas tan cuquis me he encontrado!
Catedral de Alexander Nevsky
La Catedral de Alexander Nevsky me ha impresionado por dentro más de lo que pensaba. Me la esperaba bastante más grande, pero creo que es porque no se puede acceder a toda la catedral. Cuando entras, solo puedes quedarte en la entrada y poco más. Más de la mitad de la catedral está vallada y solo pueden entrar determinadas personas como sacerdotes o gente que va a rezar.
Como era de esperar, la mayoría de personas que había eran rusas y, como la catedral, ortodoxas. Había muchas velas encendidas por todas partes junto a pinturas de santos, y mucha gente rezando. Aparte, había algún que otro turista, pero tampoco demasiados.
Castillo de Toompea
Como está cerca de la Catedral de Alexander Nevsky, he curioseado por los jardines y la fortaleza del castillo de Toompea.
Por cierto, “Toompea” fue uno de los nombres de Tallín durante los tiempos de la Estonia danesa, entre los siglos XIII y XIV. De ahí el nombre del castillo.
Long Leg y Short Leg
Estas dos calles (Pikk Jalg y Lühike Jalg en Estonio) conectan la colina de Toompea con la parte baja de la ciudad. Por eso, a veces a Tallín se le llama “la ciudad que cojea”. Dos curiosidades sobre estas calles: “Long Leg” es la calle más empinada de la ciudad y “Short Leg” está hecha completamente de escalones.
Mansión privada y miradores de Kohtuotsa y Patkuli
Volví a la mansión privada que vimos en el free tour pero sigo sin saber de quién ha sido o cuál es tu propósito actual… pero bueno, ya que estaba por allí me di una vuelta por los dos miradores.
Iglesia de San Olaf
Esta es la iglesia que había sido impactada por varios rayos y había disminuido su altura. Entré sólo para curiosear cómo era por dentro, pero para verla entera o para subir a lo alto de la torre tienes que comprar el ticket.
Por cierto, existe una leyenda que dice que los ciudadanos de Tallín querían construir la iglesia más alta del mundo. Sin embargo, había una maldición que aseguraba la muerte de quien la terminara, así que nadie se atrevía a hacerlo. Un desconocido pidió una gran cantidad de dinero para hacerlo, pero la ciudad no podía pagarlo, así que propuso un reto. Si averiguaban su nombre, perdonaría la deuda. Entonces, los tallineses enviaron un espía que escuchó a la esposa cantar el nombre de “Olaf”. Cuando el desconocido estaba poniendo la cruz sobre la torre para terminar la construcción, le gritaron su nombre. Se asustó, cayó al suelo y de su boca salieron un sapo y una culebra. El hombre estaba poseído por el demonio.
Por esta leyenda, hay una pintura mural en la iglesia que refleja este hecho.
Iglesia de San Nicolás (Niguliste museum)
Por aquí sólo pasé por delante para echar alguna que otra foto.
Katariina käik (St. Catherine’s Passage)
Antes de volver al hostal pasé por una especie de pasaje medio escondido que está detrás de lo que en su día fue la Iglesia de Santa Catalina. En el pasaje había lápidas de la época allí expuestas en los muros. No encontré la entrada pero estaba un poco cansada y tenía hambre así que lo he dejado en mi lista para otro día.
Según la web de turismo de Tallín, lo que hace especial a esta callejuela es que “alberga la St. Catherine’s Guild, una colección de talleres artesanales donde los artistas usan métodos tradicionales para crear y vender cristalería, sombreros, colchas, cerámica, joyas, seda pintada a mano y otros productos. (…) Ningún otro lugar en Tallin combina creatividad con una atmósfera medieval como esta.”