El ritual de la sauna casera al estilo finlandés
Savitaipale, 15 de febrero de 2018.
La mañana de hoy ha sido bastante tranquilita y se ha pasado bastante rápido. Esta semana me ha tocado comenzar a trabajar todos los días a las 10 así que no he tenido que madrugar mucho. Sé que últimamente no he hablado mucho de las tareas que hago en el voluntariado, pero es porque más o menos cada día son las mismas. Sin embargo, ha habido una nueva que me ha llamado especialmente la atención… y es la de quitar pelusillas de las prendas de lana. O, lo que es lo mismo, “afeitar” la ropa.
Cómo afeitar la ropa
En las prendas de lana como jerséis, calcetines o gorros, o incluso muñecos hechos con este material se acumulan bolitas de pelusa. Se quitan con un aparato como este y dejan la ropa perfecta y suave. Cuando me llegó la caja con las prendas a arreglar no pensé que la diferencia sería tan grande entre el antes y el después. Lo mejor de hacer esto es que es súper terapéutico y puedes pasarte horas y horas haciéndolo. De hecho, la señora del WorkAway me dijo que era su tarea favorita pero por falta de tiempo no podía hacerlo.
Easter is coming
Por otro lado, y ahora que se va acercando la semana de Pascua, hemos vaciado un par de estanterías y hemos empezado a colocar objetos en venta relacionados con esto. Por ejemplo, huevos de pascua, figuritas varias de pollitos, pegatinas, servilletas con decoración especial, etc. A medida que nos vayan llegando cosas las iremos poniendo en el Flea Market.
El ritual de la sauna
Después de la jornada de trabajo llegó el momento de relajarse en la sauna. En teoría el miércoles íbamos a ir a la sauna pública pero como llegamos cansados de Lappeenranta abortamos misión. Sin embargo, para no quedarnos sin ella decidimos moverla al día siguiente (o sea, a hoy) pero en casa. Después de cenar, pusimos en marcha la sauna y comenzamos el ritual…
Las primeras veces que estuve en una sauna lo hacía un poco a ojo. Por ejemplo, estaba unos minutos (muy pocos), salía para darme una ducha y luego volvía a entrar. Esta vez quise ser más persistente y me propuse seguir una rutina que había propuesto uno de mis compañeros. Consistía en hacer unos 20-25 minutos de sauna, 5 minutos en el exterior, luego otros 20 minutos de sauna y así sucesivamente.
Nos dimos una ducha rápida y entramos a la sauna. Dentro se está bastante bien pero cada vez que echamos agua para subir la temperatura notas el calor y cómo te caen los goterones de sudor. Personalmente, los primeros minutos es soportable pero cuando llevas un rato te empiezas a agobiar.
Refrigeración a -10ºC
Cuando pasaron los primeros 20 minutos, llegó el momento de salir al exterior. Con salir al exterior me refiero a salir fuera de casa con una temperatura de aproximadamente -10/-12ºC. Tal y como comenté cuando conté la experiencia de la sauna finlandesa, me sigue pareciendo increíble estar a una temperatura tan baja y que no tengas nada de frío. Tu cuerpo ha absorbido tanto calor que soporta perfectamente las bajas temperaturas. Eso sí, en esta ocasión me puse las chanclas ya que no quise acabar con los pies congelados. ¡De los errores se aprende!
Cuando sales al exterior después de estar en la sauna tu cuerpo es como radiador. Veía como mi piel desprendía calor ya que se veía emanando de todo mi cuerpo, además del vaho que salía de la boca cuando hablaba o respiraba. Aunque al principio se estaba bien, al cabo de unos minutos empecé a notar el frío de nuevo. Así que, pasados los 5 minutos de rigor, volvimos a la sauna.
En esta segunda ronda aguanté menos, alrededor de unos 10 minutos. Esta vez salí sola solo para refrigerar mi cuerpo y volví a entrar a la sauna para luego ya salir definitivamente. La próxima vez espero aguantar bien la rutina o mejor aún… ¡volver a la sauna pública y bañarme de nuevo en el lago!
Auroras boreales… ¿sí o no?
Después de ducharnos y volver a casa para descansar, revisé el pronóstico de auroras boreales. Lo había estado mirando estos días y aparecía que durante la mañana del día 15 y la madrugada del 16 estaríamos a un 5(G1) de KP. Esto significa que podríamos llegar a ver auroras boreales desde el sur de Finlandia. Sin embargo, no hubo mucha suerte. A pesar de la información que aparecía en el pronóstico inicial, el KP no subió de 3.33. Además, estaba todo tan nublado que era imposible ver las estrellas.
Estuvimos esperando un rato grande para ver si subía el KP pero no tuvimos suerte. Finalmente abortamos misión y nos fuimos a dormir, ya que no merecía la pena continuar esperando… o eso creemos. De todas formas, ¡seguiremos mirando para ver si durante los próximos días vuelve a subir a 5!