Probando comida y alcohol típico de la región de Zakopane
Zakopane, 27 de julio de 2018.
Mi amiga Karolina me ha dado un montón de ideas de cosas que hacer en Zakopane y alrededores. Está claro que no es lo mismo visitar una ciudad como turista que hacerlo con alguien que conoce bien la zona. Por ejemplo, algunas de las actividades típicas de aquí son el rafting tradicional polaco o la excursión al Castillo de Niedzica. Queríamos hacer alguna hoy pero el tiempo no acompañaba mucho, está lejos (a una hora en coche) y además era tarde, así que lo dejamos para otro día.
No obstante, hemos aprovechado el día para pasear por el centro de Zakopane y comer en un restaurante donde tienen platos típicos de Polonia. Cuando cogimos la moto para ir empezó a llover pero por suerte llegamos a nuestro destino justo a tiempo.
U Słonia: el restaurante de comida polaca
U Słonia es un pequeño restaurante de comida polaca, típico de la ciudad de Zakopane. A diferencia del resto de sitios de la calle Krupówki, éste se trata de un establecimiento local. Se notaba mucho porque todos los clientes eran polacos y no había ningún extranjero (aparte de mi). ¡Ya os podéis imaginar el ambiente que había! Ha sido una inmersión total en la cultura polaca aunque obviamente no entendía nada de lo que decían.
Me dejé llevar por los conocimientos y recomendaciones de Karolina para escoger el menú. Pedimos cuatro platos típicos… de los cuales no recuerdo el nombre. Me acuerdo de los pierogi, que es una pasta rellena que normalmente va acompañada de alguna salsa. Los demás platos eran como sopas o caldos de diferentes ingredientes: de carne, de verdura, con especias, etc. Todo estaba buenísimo y además la relación calidad/precio era excelente. Nos salió por 29PLN (6,75) los cuatro platos para dos personas. ¡Un 10 para U Słonia!
Regionalne Alkohole: el paraíso de los borrachos
Después de comer fuimos a Regionalne Alkohole. Una tienda que, como su nombre indica, vende todo tipo de alcohol regional. Compramos cervezas de sabores varios y un vino de miel típico de Polonia (que es como el hidromiel, si no lo mismo). Era impresionante la cantidad y la variedad de bebidas alcohólicas que tenían en la tienda. Y, además, a precios más baratos de lo que solemos encontrar en España.
De vuelta en el hostal comenzamos la degustación. Debo reconocer que el vino de miel me ha encantado. Está buenísimo y tiene un toque dulce que lo hace diferente al resto. Por lo que se ve, hay tres tipos de este vino: el normal, el dulce y el muy dulce. Nosotras escogimos el dulce (a secas) y la elección fue muy acertada. Después continuamos con las cervezas, y así hasta que llegó la noche.
Aparte de eso, no hicimos gran cosa aparte de charlar y ponernos al día, porque hacía mil que no nos veíamos.
El eclipse lunar
Por la noche, a eso de las 22:00h mis compañeros Karl y Leah hicieron una hoguera en el jardín de nuestro apartamento para ver el eclipse lunar. Fue una pasada porque se veía la luna de un color rojo anaranjado y cómo iba pasando por la sombra de la Tierra. Con razón le han apodado la «luna de sangre». El cielo estaba súper despejado y pudimos ver la luna y las estrellas perfectamente. Unos minutos más tarde empezaron a aparecer las nubes, como marca la tradición en Zakopane. El día que no llueve o que no está nublado, ¡es día de celebración!
En cualquier caso, me ha hecho ilusión ver este eclipse lunar porque ha sido el más largo del siglo XXI. Además, con la luz y el calor de la hoguera el ambiente era de lo más especial.