Conociendo el casco antiguo de Tallín con la app Secret Path
Tallín, 16 de abril de 2018.
Hoy hemos aprovechado para ver la ciudad en más detalle, y lo hemos hecho a través de una app llamada Secret Path. Esta app estaba anunciada en un póster del Tallin Backpackers y consiste en una especie de juego para visitar lugares de interés de la ciudad.
KGB Cells
Antes de comenzar el Secret Path visitamos las KGB Cells. Se trata de unas prisiones donde el Comisariado de Asuntos Internos de la República Socialista Soviética de Estonia (ESSR) encerraba e interrogaba a sospechosos antes de ser fusilados o enviados campos de concentración en Siberia. Las ventanas del sótano de ladrillo estaban hechas para silenciar los sonidos de los interrogatorios y las torturas. El centro se utilizó hasta el año 1950, y actualmente hay un pequeño museo.
La visita cuesta 5€, y 4€ sin tienes carnet de estudiante. Personalmente, me las imaginaba más grandes y por ese precio esperaba ver algo más. Es cierto que en cada celda había un panel explicativo sobre la historia y los personajes principales, pero se hacía bastante monótono de leer. En el pasillo había ilustraciones con la cronología de las celdas.
Una de las cosas más interesantes que vimos fue una “caja” donde metían a los sospechosos y donde no se podían sentar hasta que respondieran. Era una forma de tortura y les tenían en pie hasta que se rendían.
Al final del pasillo había una salita con dos pizarras y un tablón donde podías escribir qué tipo de libertad era la más importante para ti.
También había una exposición de pinturas de torturas (no recuerdo el nombre del pintor…).
Catedral de Santa María (Iglesia del Duomo)
Después, subimos a la torre de la Iglesia del Duomo. Había pasado muchas veces por allí y sabía que las vistas eran espectaculares, pero nunca había encontrado el momento de subir. La verdad es que merece mucho la pena porque desde arriba puedes ver toda la ciudad de Tallín. El casco antiguo, la catedral de Alexander Nevsky, el puerto, Telliskivi… ¡e incluso el Tallinn Backpackers! Hoy estaba lloviendo, hacía viento y se veía el paisaje un tanto nublado, pero era bonito y diferente igualmente.
Para subir hay que hacerlo por unas escaleras de caracol. Una vez arriba el pasillito que rodea la torre es muy estrecho, ni siquiera caben dos personas juntas. Lo bueno es que Tallín no es una ciudad muy turística así que no hay demasiada gente en estos sitios. Durante la bajada conocimos a una pareja muy simpática de Singapur que estaban haciendo ruta por los países nórdicos. ¡Nos pidieron una foto de recuerdo y todo!
La entrada a la iglesia es gratuita pero si quieres subir a la torre tienes que pagar 3€ (2€ si tienes carnet de estudiante).
Raeapteek, la farmacia activa más antigua de Europa
También hemos aprovechado para visitar la Raeapteek, la farmacia de la plaza del ayuntamiento. Es la farmacia más antigua que ha estado activa en el mismo sitio desde su apertura. No sé sabe exactamente cuándo fue abierta, pero en el año 1422 ya iba por su tercer dueño. La familia Burchart es la más importante ya que durante 10 generaciones estuvo a cargo de esta farmacia. La tradición decía que el hijo mayor tenía que llamarse Johann y estudiar para ser farmacéutico. Aquí os dejo la historia completa.
En esta farmacia,a demás de medicamentos actuales, hay otras antigüedades y recordatorios del pasado. En la habitación trasera hay toda una exposición de medicamentos y existencias de la farmacia desde que se abrió en el siglo XVII hasta el siglo XX.
Hay algunas cosas un poco creepies o raras, pero es curioso de ver. Por ejemplo, se vendían pociones de piel de serpiente, zumo de momia, cuerno de unicornio en polvo… Pero también artículos más normales como mermelada, té, clarete, pólvora o mazapán. De hecho, el mazapán fue uno de los productos más vendidos de la farmacia y se decía que tenía remedios curativos.
Al volver de este recorrido y antes de empezar con el Secret Path, estuvimos comiendo en el hostal con mis compañeros. John, otro de los voluntarios del Tallinn Backpackers, había cocinado un arroz delicioso. Él fue cocinero durante cuatro años así que se le da bastante bien (a diferencia de a mi, que soy nefasta en la cocina).
Secret Path, la app para conocer Tallín
Con la app de Secret Path hemos aprendido un montón de cosas que no sabíamos. Yo ya había hecho el free walking tour de Tallín pero siempre hay nuevos detalles por conocer. El funcionamiento del juego era el siguiente: cuando llegas a cada lugar de interés, tienes que adivinar qué imagen de tres opciones corresponde a ese sitio. Si aciertas, desbloqueas una pequeña descripción. A medida que vas avanzando y desbloqueando sitios, consigues puntos en forma de “oros” que puedes canjear de diferentes formas. Por ejemplo, en tiendas de souvenirs o restaurantes.
Fuimos de sitio en sitio visitando cada rincón interesante que nos decía el Secret Path y acumulando oros (100 por cada acierto). Con la tontería, nos acabamos recorriendo todo el casco antiguo. Aunque al final no gastamos los oros en nada, ¡nos llevamos la satisfacción de haber pasado una tarde muy productiva!
Cena medieval en el III Draakon
Para culminar el día, decidimos que tocaba cenar en algún sitio tradicional. Primero miramos el Olde Hansa, que es el restaurante medieval por excelencia de Tallín. Cuando íbamos por la calle, una chica vestida al estilo medieval vino a reclutarnos para entrar en el restaurante y nos dio una monedita de “recuerdo” para engancharnos. Nos dijo que podíamos enseñarlas en el restaurante para poder entrar. Técnicas de marketing…
Sin embargo, miramos la carta y cuando vimos los precios nos echó un poco para atrás. Personalmente no me acaban de convencer estos sitios donde inflan los precios para los turistas. Prefiero dedicar mi dinero en otras cosas… así que buscamos otra opción.
Justo al lado del Olde Hansa vimos otro restaurante parecido llamado III Drakoon y que parecía más económico. Al igual que el anterior, este sitio estaba ambientado en la época medieval en todos los aspectos. La única iluminación eran velas, no había menú (tenías que preguntar directamente a la chica de la barra qué tenía o mirar un poco por el restaurante y usar la intuición para saber qué pedir) y tampoco habían cubiertos. La chica de la barra iba vestida al estilo tradicional y actuaba de forma que pareciera que estabas en la Edad Media.
Pillamos sitio y comida, en concreto “Elk Soup” (sopa de alce), salchichas y un postre de carne que era como una pastita. Como curiosidad, la sopa la tenías que beber “a morro” porque no habían cubiertos. Fue toda una experiencia y, por suerte, ¡no nos pusimos perdidos hasta arriba! Todo el menú salió por un total de aproximadamente 19€ para dos personas.