Segundo día de trabajo en el hostal: turnos de mañana y tarde
Zakopane, 12 de julio de 2018.
Hoy ha sido oficialmente mi segundo día de trabajo. Comparado con el día de locos que tuve en mi primera jornada completa sola, hoy ha sido súper llevadero. Me ha tocado los turnos de mañana (de 7:00 a 12:00) y de mediodía/tarde (de 12:00 a 17:00). A las 12:00 se incorporaron a trabajar mis compañeros Jonathan y Xenia, así que hemos estado los tres juntos en el turno por la tarde.
Turno de mañana
El turno de mañana suele ser ajetreado pero bastante sencillo. Como ya os comentaba en el artículo donde explico en qué consiste mi voluntariado en el Good Bye Lenin Hostel, es una jornada variada y con muchas tareas que hacer. Las que he realizado hoy han sido:
- Organizar y limpiar las áreas comunes, es decir, el salón/comedor y la cocina.
- Comprobar que los cuartos de baño compartidos estén limpios y haya suficiente papel higiénico.
- Preparar el desayuno para los huéspedes, que se sirve en el salón de 8:00 a 11:00. Esto implica poner el pan, la mantequilla, la mermelada, la Nutella, el queso fresco, la leche, el café, el té y los cereales, así como las tazas y los cubiertos.
- Comprobar que no falte nada en el desayuno y reponer a medida que se van terminando los alimentos.
- Mantener la zona limpia durante toda la mañana. Por ejemplo, retirar vasos del salón o limpiar la cocina al terminar la hora del desayuno.
También aproveché para reemplazar las sábanas usadas por otras limpias en las camas que iban quedando vacías. Así adelantaba trabajo para el próximo turno.
Turno de mediodía
A las 12:00 se sumaron mis dos compañeros y nuestra manager nos indicó cuáles eran las tareas que teníamos que hacer. Básicamente el objetivo del día era hacer una limpieza exhaustiva de todo el hostal. Es decir, dejar perfectas todas las habitaciones (hacer las camas, barrer, fregar e incluso quitar telarañas del techo) y los cuartos de baño, limpiar las alfombras de la entrada, barrer y fregar las escaleras y los pasillos, etcétera.
Sin embargo, la mejor tarea de todas fue la de revisar y hacer limpieza de los dos frigoríficos: el de huéspedes y el del staff. Tiramos un montón de comida caducada y también movimos alimentos en buen estado y sin dueño a la repisa de comida gratis. Fue bastante entretenido porque estábamos solos en el hostal y pusimos música de fondo.
También aproveché para organizar los cajones donde están las toallas y la ropa de cama. Las he clasificado según el tipo (sábanas, fundas de almohadas, fundas de la colcha, toallas de baño, de cocina…) para que sean más fáciles de encontrar después.
El momento más “crítico” fue cuando llegó un autobús con un grupo de 10 personas que tenían reserva. Aquí nos tuvimos que dividir la faena. Una persona se encargaba de hacer los check ins y las otras dos en terminar las habitaciones. Lo hicimos con un poco de prisa para dejarlo listo a tiempo. Aún así, todo salió bien. Aparte de eso la tarde fue muy tranquila. Normalmente desde el mediodía hasta la tarde los huéspedes están fuera del hostal haciendo rutas de montaña así que el hostal está prácticamente vacío.
Noche de relax en el hostal
Por la tarde he estado en la terraza del apartamento de los voluntarios de relax total. He aprovechado para leer un poco bajo el sol veraniego de Zakopane. Sin embargo, no he estado sola y me ha acompañado uno de los gatitos de los dueños.
Por la noche, como estaba un poco cansada, me tumbé en el sofá del salón para desconectar un poco. Sin embargo, dos chicas rusas me propusieron jugar al Jenga con ellas y al final terminamos en la alfombra súper motivadas con el juego. A nosotras se unieron mi compañero Jonathan y un huésped de Francia que se llama Marco.
¡Mañana los dos tenemos el día libre! Así que seguramente hagamos alguna ruta un poco más larga por el parque nacional 😀