Sesión de meditación con Headspace en la oscuridad
Zakopane, 28 de julio de 2018.
Ayer, entre una cosa y otra, se nos pasó completamente planificar el día de hoy. Sin embargo, no queríamos perder el día (o, al menos, la mañana) y aprovechamos para hacer una caminata sencilla por aquí cerca. Se me ocurrió que podíamos ir a Wielki Kopieniec, la primera ruta que hice cuando llegué al hostal de Zakopane. Luego, por la noche, probamos una sesión de meditación con la aplicación de Headspace en un lugar muy especial.
Ruta a Wielki Kopieniec
La excursión a Wielki Kopieniec es una ruta circular que sube al pico que lleva el mismo nombre. La caminata transcurre mayoritariamente por el valle de Olczyska, exceptuando el tramo que asciende hasta la cumbre. Es una ruta muy sencilla y se puede hacer en unas tres horas, si no menos.
Durante algunas partes del trayecto nos llovió un poco, pero nada importante. Definitivamente no fue el diluvio universal que nos pilló cuando hicimos la ruta al pico de Nosal o a la ruta de las cuevas. Tuvimos bastante suerte porque en Zakopane, cuando menos te lo esperas, caen chaparrones repentinos.
Tomamos el trail verde y subimos a Wielki Kopieniec para disfrutar de unas espectaculares vistas del valle y los montes Tatras. Poco después, emprendimos el camino de bajada. Al igual que la vez anterior, hoy también paramos en la granja tradicional para comprar “oscypek“, el queso ahumado típico de la región de Zakopane. Queríamos hacer una barbacoa con carne, queso, y demás… pero nos pudo la pereza. De momento, la prioridad es planificar qué haremos mañana para que no vuelva a pasarnos como hoy.
Meditación con Headspace
Otra de las cosas a destacar del día de hoy es que he practicado meditación con mis compañeros. Para ello hemos utilizado una aplicación que se llama Headspace que ofrece sesiones de meditación de diferentes duraciones. Hace unos días lo probamos por primera vez y hoy hemos hecho la segunda sesión. El equipo de hoy ha estado formado por mi compañero Jonathan, mi amiga Karolina y Shubhra, una huésped del hostal. Bueno, y yo, claro.
Sin embargo, a diferencia de la anterior, esta práctica ha tenido lugar en un sitio diferente. Hemos ido a lo alto de un pequeño monte que hay en el jardín. Estaba todo oscuro porque no había luces, sólo la luz de la luna. Así que tuvimos que valernos de los móviles y nuestra vista de lince para encontrar un sitio. El lugar elegido nos ofreció unas vistas impresionantes de las montañas de noche. Además, el silencio era absoluto, algo muy difícil de encontrar si trabajas en un hostal.
Personalmente, creo que ha sido un momento muy gratificante el hecho de poder tener 10 minutos dedicados a uno mismo. Sin preocupaciones, disfrutando del silencio y del bienestar personal. Me gustaría continuar practicando la meditación pero es cierto que hacer una o dos sesiones no es suficiente. Es necesario adoptar una rutina para poder mejorar y sacar más provecho de las prácticas.