Mondello, la playa más bonita de Palermo

Palermo, 30 de mayo de 2018.

No he escrito nada durante varios días, pero me ha pasado lo peor que le puede pasar a alguien estando de viaje: me he puesto enferma. Es tener mala suerte, pero bueno, son cosas que pasan y hay que tomárselo con calma y con filosofía.

Resumen de unos días enferma

El día después de la ruta de senderismo al Monte Pellegrino me empecé a encontrar un poco debilucha y con dolor de cabeza. Pasé una noche horrible, con sudor frío, destemplanza y creo que hasta tuve delirios. El día siguiente estuve bastante pocha y no salí de casa, solo para comer y ver la Catedral de Palermo por dentro (donde me colé en un bautizo y en una misa sin querer).

El segundo día que estuve enferma ya no tuve los mismos síntomas. Sentía un poco de malestar pero se me empezó a taponar el oído. Era muy incómodo. Sin embargo, no quería quedarme encerrada en casa y por la tarde me fui al puerto a leer y a tomar un poco el sol.

De relax en el puerto de Palermo
De relax en el puerto de Palermo

Necesitaba un poco de aire fresco y de mar. Estuve allí hasta el anochecer y luego me fui a mi casa (con el oído taponado a más no poder).

Las montañas de Palermo en la lejanía
Las montañas de Palermo en la lejanía

He cometido el grave error de confiarme y salir de mi país sin seguro médico. Esto significa que si me pongo enferma tengo dos opciones: ir al médico y pagar un pastizal, confiar en que se vaya la enfermedad, o volverme a casa. Aunque ahora me encuentro mejor, nunca sabes lo que te puede pasar y a veces el asunto se puede complicar. Definitivamente he aprendido la lección: no salir de casa sin seguro.

Hoy, como los días anteriores, he estado a base de infusiones de jengibre y limón. ¡Es mano de santo!

La playa de Mondello

Hace unos días, cuando fui a una playa supuestamente peligrosa, me recomendaron ir a la de Mondello. Por lo que se ve, es la mejor playa de Palermo así que decidí comprobarlo con mis propios ojos.

Cómo llegar

Para ir a Mondello tienes que ir en autobús o en coche. No se puede llegar caminando porque está relativamente lejos. Bueno, a menos que quieras caminar más de dos horas, que tampoco es algo exagerado.

Yo fui en autobús y el trayecto es de aproximadamente 45 minutos. Tienes que coger la línea 101 de autobús y hacer trasbordo en la 806, que te deja en la misma playa. Hay más líneas como la 102 y la 124 que te dejan en la misma parada de la 806. El billete cuesta 1,80€ y tiene 90 minutos de validez, así que puedes hacer el trasbordo sin problemas.

Te recomiendo encarecidamente que compres los tickets de ida y vuelta antes de subir al autobús. En la misma estación de trenes de Palermo Centrale hay un estanco donde los venden. Los conductores no siempre tienen billetes en el autobús y corres el riesgo de quedarte fuera. A varias personas se les denegó el acceso por esto. De la misma manera, hay revisores que controlan los billetes y seguramente no quieras pagar una multa.

El recorrido que hace el autobús es básicamente rodear el Monte Pellegrino hasta llegar al otro lado. Ahí es donde se encuentra la playa de Mondello.

Cómo es la playa

La playa de Mondello me pareció muy bonita, con arena fina y agua muy cristalina.

Aguas cristalinas
Aguas cristalinas

Sin embargo, he de decir que me la esperaba diferente. Por ejemplo, había pocos metro de arena entre las entradas a la playa y el mar. Me la esperaba más amplia.

Esto hacía que todas las personas estuvieran muy pegadas y que fuera complicado encontrar espacio para ti. La encontré muy abarrotada de gente, aunque a medida que avanzaba la tarde se empezó a vaciar a un ritmo insospechado.

Playa de Mondello
Playa de Mondello

En la orilla había una especie de hotel que «entraba» en el mar, así como una pequeña playa privada. Creo que estaba reservada únicamente a los huéspedes del hotel.

El hotel en la playa privada de Mondello
El hotel en la playa privada de Mondello

Otra cosa que me llamó la atención es que había arena rojiza en la orilla:

Arena rojiza en la orilla
Arena rojiza en la orilla

Como había estado enferma los días anteriores no quise tentar a la suerte y bañarme. Me quedé allí leyendo, escuchando música o simplemente observando el ambiente que había. Luego, a eso de las 19:30 – 20:00h empezó a ponerse el sol y vi el atardecer desde la playa. Se veía el sol poniéndose detrás de las montañas, lo cual embellecía el paisaje todavía más.

Anochecer desde la playa
Anochecer desde la playa

Regreso al centro

Cuando terminó volví al centro de Palermo de la misma forma que vine, es decir, cogiendo las dos líneas de autobuses. Había comprado ya el ticket en el estanco de la estación de trenes, así que no tuve problema.

Paradas de la línea 806 de autobús
Paradas de la línea 806 de autobús

Para cenar fui a Kebab Mounir, un pequeño bar donde sirven kebabs, pizzas, platos combinados y otros aperitivos. Tenía muy buenas reviews en TripAdvisor, y con razón. El personal era muy amable, la comida estaba buena y el precio era correcto. En mi caso, me pedí un «panino kebab» por 3’50€, ligeramente más barato de lo que normalmente encuentro por Barcelona.

Una vez llegué a casa, hice un poco de planificación para determinar los próximos pasos del viaje.

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